Brote de monte surge de la colaboración con el artista sonoro mexicano Manrico Montero. Esta colaboración se caracteriza por la creación simultanea de sonido e imagen en tiempo real. Manipulación e improvisación en tiempo real con elementos audiovisuales que trasciende las narrativas tradicionales del discurso cinematográfico.
A partir de proyecciones sobre el vapor de las ollas destinadas a teñido de textiles, esta obra involucra técnicas y procesos análogos y digitales